La biblioteca, un lugar emocionante

El espacio infantil de la biblioteca de nuestro pueblo es uno de mis lugares favoritos para el verano. Gabi, la bibliotecaria nos ha abierto las puertas de par en par a un escenario que nos transmite, ademas de recursos para la intimidad, la imaginación, la creatividad... un cambio en nuestra rutina diaria.

 ¡y se está tan agustico!.

Cada miércoles de este mes hacemos esta excursión con "los mayores".

En estos días hemos realizado una investigación personal acerca de nosotros mismos, nuestro cuerpo y nuestras emociones.

En cada sesión dedidamos unos minutos a la escucha interior y a experimentar un poco más con nuestro cuerpo y qué cambios se producen en él cuando siente una determinada emoción.

Hemos practicado la respiración diaframática, algunos pasos de Tai-chi, hemos enderezado nuestra columna basculando la pelvis y, claro, nos hemos reído muchísimo

Estas han sido nuestras protagonistas: cuatro emociones básicas que seguro hemos sentido en alguna ocasión

El taller

 Después de leer un cuento en el que el protagonista se ve en una situación en la que tiene que enfrentar un sentimiento y gestionarlo, aun nos queda tiempo para rellenar lo que llamamos el preguntonario.
Se nos exponnen unas cuantas situaciones con tres posibles reaciones y debemos escoger la que tendríamos nosotros.

Por la otra cara de la hoja hacemos una representación de la emoción en cuestión. Mientras, comentamos nuestra propia experiencia, contamos alguna anecdota... Incluso Alicia, la otra bibliotecaria nos contó el susto que se pegó al verse a si misma, reflejada en el espejo del ascensor cuando lo pusieron nuevo.

 ¡ vivir y sentir, todo es empezar!.

Cada uno ha elegido un fondo de su agrado para hacerse la foto-report.

Como veis el unicornio triunfa

Un trabajo de collage en el que empleamos recortes de papel, gomaeva, lana y alguún otro resto de otras manualidades.

¡Nos encanta reciclar y crear!

Reparad en la expresión de mis pequeños amigos. La alegría se manifiesta así.